viernes, 9 de mayo de 2008

Como nacen y mueren los sentimientos
como damos vida y matamos con una simpleza y una facilidad soberbia, ufanada de lo fácil q es, un don supremo. Un día la amaba, al siguiente la odiaba, al siguiente no quería saber absolutamente nada de ella, luego quería, pero no me importaba. La quería como una amiga, pero al día siguiente la odiaba como la suma de todos mis males. Sé que ella me atormentó cabeza mucho tiempo, pero ahora no forma parte de mis pensamientos. Pero asalto estos una vez más por ese mismo motivo: Es la alegoría del pensamiento, la razón y la voluntad humana: una mezcla de muchas cosas que al final, no significan. La ame, pero ahora me da igual si me quiere o no; la odie a muerte, pero ahora me da igual si esta muerta o viva. La recuerdo por lo que me recuerda, pero no por lo que es.

Las palabras se las lleva el viento, los sentimientos cambian cuando las palabras se van.

Pero como dice Drexler: "Nada se pierde, todo se transforma" de hecho, todo se transforma. La divinice, luego la odie con todas mis fuerzas, luego... las nada infinita, ese espacio en el que solo esta el mar de la tranquilidad, inerte, inexpresivo, no viva, pero tampoco muerto.

Lo que esta muerto, es porque alguna vez tuvo vida, pero no siento que algo se haya muerto, siento q nunca estuvo vivo, y, por sobre todo, creo que fue solo una imagen de mi imaginación, un producto artístico y plástico de mi cabeza, un retrato de mis ideales, cosas mentales pero encerradas y no tangibles. En eso se resume el sentimiento, pero el sentimiento se vuelve acción cuando se comparte, es ahí cuando la conexión proyecta el sentimiento y lo vuelve un pensamiento. Y cuando el pensamiento es fuerte, esta presto a ser convertido en una acción. Y esa acción, se llama amor, o se llama odio o se llama envidia, o se le puede denominar de una o mil maneras. Entonces llegamos a la conclusión de que la acción es un sentimiento, pero solo el sentimiento llega a ser acción cuando existe una conexión. No te pido, lector amable, que estés de acuerdo con lo que aquí expongo, ya que es un fruto de mis pensamientos, una carga de sentimientos, y una muestra intangible que no se ha traducido en acciones. Una vez que ocurra esto, júzgame por mis actos, mas no por mis palabras.