jueves, 24 de abril de 2008

Amistad

Y ya era hora de tocar este tema. Si hay algo que yo realmente valoro, eso es un amigo. Obviamente no hablo de alguien que uno conoce y que ve todos los días, sino de alguien que se interesa realmente por uno, por como está, como le va, como van sus proyectos, sus relaciones, estudios, trabajo, etc. Eso es un amigo. El acordarse de fechas, como dice mi querida Lourdes, es secundario. El saber de memoria tu correo electrónico o tu numero de casa o de celular, también. De hecho, estoy casi seguro que muchos de los que realmente son mis amigos, no saben cosas como mi teléfono de casa, como se llama mi mamá, o cuántos años tiene mi hermana, cuantos hermanos tengo, cual es mi comida favorita, que pienso sobre política, como estoy de salud, donde vive mi papá, etc, etc, y etc. Definitivamente son cosas mas o menos importantes, pero eso no hace una amistad. Adoro la simpleza por encima del estilo, me encanta la funcionalidad por sobre el ornato, prefiero una camioneta Toyota del ’85 a un Mercedes coupé de este año. Si no sabes cuando es mi cumpleaños, no me importa. Si no te acuerdas mi dirección (apostaría que ni el mismo Gabo Sanz la sabe) no me importa, porque no sé la dirección exacta de la casa de mi abuela, ni el celular de muchos de mis amigos, ayer sufrí para poner el correo de Marita (mis compañeros de la u saben que nivel de amistad tengo con ella) No sé cuando es el cumpleaños de mi papá, y recientemente estoy cruzándome con las fechas (como necesito anotar!) Realmente el recodar datos no es lo mío. Pero eso es superficial. ¿Importa realmente? Esa es la pregunta. Mi respuesta, a pesar de todos estos argumentos, es un SI rotundo. A quien no le gusta cuando se acuerdan de su cumpleaños, se saben su número de memoria, su dirección, datos sobre él, es un símbolo de que le importas. Ahora, ¿como reaccionaríamos si alguien nos saluda por nuestro cumpleaños sin que este haya llegado? Una simple confusión, nada más, ¿porque me maleteas? Es curioso, pero es la segunda vez en este mes que me confundo de fecha. Y es irónico, pero incluso pensaba en comprar una tarjeta y regalarla. Que bueno que no me alcanzo el tiempo. ¿Tendría motivos para enojarme con esa persona si me trató así? Pero bueno, como dicen por ahí: “Eso ya fue” Y bueno, ni yo ni ella tenemos la culpa de que ella haya sido criada de esa manera. No me voy a enojar por tamaña estupidez.

Hablando de los amigos, me siento afortunado porque no me faltan, pero seguro que si pusiera nombres, algunos de ellos se chuparían. Como dice Marcos Vidal en su canción “Mi Regalo” : “Son amigos, y no tengo que dar nombres ni apellidos, ellos lo saben y se dan por aludidos” a ellos van estas líneas. Gracias por ayudarme a perfeccionarme, a lograr que me conozca mas, a resaltar mis virtudes, gracias por mostrarme mis errores, por interesarse en lo que les digo, por escucharme, por decir las cosas como son, por ser recalcitrantes, por ser humanos imperfectos, por mostrarse tal y como son realmente, por sacarme de mis casillas, por permitirme hacerlo con ustedes, por dejar q me recueste en sus hombros, por darme su confianza y permitir mis abrazos, gracias por esos detalles que a uno lo hacen sentir especial, gracias por sacarme a comer, gracias por invitarme a salir o a los conciertos, gracias por sacarme a un tono, gracias por roncar, y no dejarme dormir, gracias por escuchar mis gritos y mis arranques de cólera. Gracias por escuchar la música que a mi me gusta aunque ustedes la detesten, gracias por hacer lo mismo y desquitarse, porque sino me sentiría mal, gracias por recibir las toscas muestras de afecto, gracias por devolverlas, gracias por salir a pasear en bicicleta conmigo, gracias por las interminables horas en el vicio, gracias a los quemados con quienes voy al taco, gracias a los que siempre me reciben bien en su casa, aunque no le caiga a los papás o a la hermana, gracias por el humor negro, por tener correa con los chistes sobre el tamaño (sobre todo mis amigas las chatas) Gracias por apoyar mis proyectos, por oír mis ideas, por jugar el juego que yo elegí, por compartir mi entusiasmo, por ser empáticos, por luchar por los mismos ideales, por apoyarme en los momentos en los que estoy por rendirme, en fin, gracias por ser esos seres que me hacen comprender el calibre del amor con el que Dios me ama. Quizá no sean muchos, pero definitivamente es algo maravilloso contar con ellos, y compartir cosas con ellos. Gracias por compartir mis heridas y miserias con ellos, y que ellos hagan lo mismo conmigo. Gracias por ser honestos, gracias por los momentos de risa, como por los momentos de tristeza. Gracias. Los quiero mucho chicos y chicas.

Por que odio el dansin

10:41 p.m. 04/02/2008 Martes por la mañana. Ya es cerca del medio día. Nathaly, Erika, Jose, Brian (al cual de cariño apodamos "Schevschenko" por su parecido en lo gringo y lo chato al famoso delantero ucraniano) y yo (al que de manera sarcástica, la mancha apodó "Chiki" a pesar de mis mas de dos metros de altura, y mis casi cien kilos de peso) Salíamos de la universidad con destino al edificio "Héroes Anónimos" un viejo reducto para muchas casa de billar y juegos de video. El plan ya está trazado: El juego al que entraríamos este soleado día sería el que fue uno de los tantos juegos a los que me resistí a jugar durante mi pubertad, cuando era un boom entre la gente de mi edad. Me refiero al sempiternamente odiado por mi, Dance Dance Revolution. Conocido simplemente como Dansin'.Volvamos al hueco en Héroes Anónimos: Un segundo piso poco iluminado, lleno de consolas de "pinball". Juegos como Tekken 5, Carreras de todo tipo, y diversas versiones del Dance Rev. pueden verse para donde quiera que yo dirija mi mirada. "Estoy en el infierno pensé". Era el Hades. Un Hades de una hora de duración. Una hora interminente parado en los 4 cuadrados luminosos, los cuales con su intermitencia, me recuerdan lo tortuoso que debe ser usar una cortadora de discoteca a un metro de tu cara. Mi plan, claramente diferenciado del plan general, era simplemente jalarme una silla y ver como hacen el ridículo mis amigos. Que iluso fui. De la misma manera que fue mentalmente arrastrado hacia ese hueco, de la misma manera a los quince minutos estba siendo arrastrado hacia la quimérica máquina, que lanzaba luces y sonidos cual patrullero de circo, y me paraba gritando, me restregaba en la cara, lo que desde que tengo memoria supe: No tengo coordinación. Mis movimientos eran lentos, mi reacción tardía, mi ego era hecho añicos con cada paso, cada combo, cada risa, cada nota de las patéticas canciones de la máquina infernal en la que estaba encaramado. No duré. Cual corredor de maratón que se retira al kilómetro, yo meretiraba, con la intención de no volver. Y así fue. Cuatro días.Esa misma semana. Sábado, a eso de las 6 de la tarde. Cayma. Mundo Mágico.Este no es un hueco, como el de héroes anónimos, pero es el símbolo de otra de mis pesadillas adolescentes. Esta es la Meca del "Pinball" en Arequipa. Una vez más, mi débil voluntad ante la presión del grupo se deja ver. Ahora, somos solo dos hombres, y son tres (¿o eran cuatro?) las mujeres que nos acompañan. Gabriel Sanz, Gabo para los amigos, es el que me acompaña, además está la "Marmo"Sofía Fernández, de 16 y 19 años respectivamente. Para completar están Melanie Reuter, de 16 años, hija de unos misioneros alemanes, ella es peruana de nacimiento. Además está Emely Duche, otra miembro único del grupo. Luego de describir al detalle a mis acompañantes, procederé a describir el castigo al que fui sometido. Lo planteo en una frase de tres palabras, que resume mi sufrimiento: "Hombres contra mujeres". Eso lo dice todo. Si el día anterior estaba considerando seriamente el deber de jugar esto a mis hijos, hoy estaba decidido a que mis nietos serían los que, si querían, algún día jugarían a seguir con sus piernas a determinada velocidad y con ciertas combinaciones de saltos y movimientos lo que en una panatalla una máquina les dicta. No hay juego más estúpido (Me retracto, si lo hay!!!) Y definitivamente, prefiero un millón de veces jugar Pacman junto con toda su saga, a tocar alguna vez el Dansin'.

El amor... ¿Cosa rara?

Como dice la cancion: "hay el amor, cosa tan rara" no creo que sea tan cierto, ya que el amor es algo cierto, y algo ciertamente palpable. Pero, dado que el amor se experimenta de diferentes maneras y en diferentes magnitudes, siempre buscamos experiencias nuevas, o mas fuertes, con respecto a esto. Y por eso estamos continuamente buscando alguien que nos ame, alguien que comparta momentos con nosotros, alguien que nos aguante con todas nuestras imperfecciones, alguien que se deleite en lo que para otros son defectos, y que no le importe, alguien a quien le importemos a pesar de todo, alguien, si puedo ser especifico, alguien que nos de amor. Y estamos ciegos al buscarlo en otra persona. La raza humana por naturaLeza, solo busca su propio bien, es egoista por excelencia, vive para si misma, da para recibir, y si no recibe, exige, y si no se le hace caso, fuerza, y si no fuerza, se aleja, dejando a la otra persona con una interrogante enorme preguntandose sobre que fue lo que hizo mal. Pero lo cierto es, que no hizo nada mal. no hizo nada de hecho, solo busco, al igual que otro, recibir sin esperar dar. Y en sus locas ansias egolatras, se hundieron sin ver que el otro necesitaba ayuda, solo pensando en uno mismo, en sacarle el maximo de provecho a la otra persona, en "sacarle el jugo". Sin darse cuenta de que se estaba exprimiendo a si mismo. Y asi pasó el tiempo. Al final, solo quedan las marcas: "El se aprovechó de mi" "Ella me quito hasta el ultimo centavo", "El se fue con mi mejor amiga" "El me dejo por una chica mas linda" "Ella queria a alguien mas inteligente" "El buscaba una chica menos sentimental" "Ella queria a alguien que se hiciera respetar por la razon o por la fuerza (preferentemente por la fuerza)" La lista es realmente larga; podriamos seguir enumerando y enumerando, la lista se iria haciendo mas y mas larga, jamas acabariamos de mostrar como esas muestras de "amor" cortadas subitamente dejaron una marca imborrable en la vida de cada uno. Amistades rotas, hermanos que ya no se hablan, gente que ya no quiere saber nada con el sexo opuesto, todo porque uno, solo uno, metio la pata de manera olimpica. Y es que el amor, no es cosa de juego, y a veces no le damos la seriedad del caso. El amor es, ha sido, y siempre sera, lo que mantiene familias unidas, lo que forma personas plenamente desarrolladas, lo que prepara al individuo para enfrentarse a la sociedad, lo que permite que se transmitan los valores y las experiencias mutuas vividas a lo largo de los años. No es un juego. Por donde quiera que se lo mire, el amor es una responsabilidad. Tu no puedes amar a una persona un dia y al otro dia ya no, como si fuera un chocolate del que te antojas, o un polo que te compraste porque lo querias lucir en la playa. No. no somos objetos, somos personas. Seres sociales por naturaleza, sentimentales, altamente falibles, didactas del error, gente que vive para aprender a vivir, que sufre cada dia como si fuera el peor, que procura el equilibrio mental y fisico en todo lo que dice o hace, y que, cuando se le sugestiona lo suficiente (relativamente poco) se puede lograr todo tipo de resultados, tanto deseados, como inesperados. Asi que no juguemos a ser Dios, porque solo hay uno, y el no juega a ser humano; y que el como ente creador y dador de amor, como fuente de amor que es, se preocupa por nosotros, y quiere que logremos todo lo que nos propongamos. Y para eso está El: La fuente de amor perfecto, el cual siempre quiere que lo busquemos a El, porque El no nos falla, y no busca sacarnos provecho de ningun tipo El es perfecto y no necesita de nadie, mucho menos de nosotros, para subsitir o conseguir algo. El nos creo solo por amor, porque El quiso. El no necesitaba hacerlo, solo le pareció bueno. Y definitivamente el sabe como arreglar esas cosas que nosotros no tenemos ni idea de como hacer que funcionen, como nuestra vida por ejemplo. Si sientes que algo anda mal, buscalo, porque El te esta buscando desde hace tiempo. El quiere que tu te des cuenta de que El te ama. Solo tienes que aceptar probar. La pregunta es: ¿Quieres hacerlo? ¿Realmente quieres cambiar todos tus conceptos sobre la vida, las relaciones sociales, la utilizacion de recursos, el proposito de nuestras vidas, el saber a donde vamos, y porque ? Si tu quieres darle un giro total atu vida, buscalo. Yo no te hablo de una religion, Te hablo de una manera de vivir en al cuale tu sabras que estas haciendo lo correcto, y estras satisfecho y contento, porque estaras seguro que tu vida tiene motivo, y ese motivo es Cristo. Lo unico que tienes que hacer, Es pedir. Ora. Habla con El. No tienes que hacer grandes reverencias o cosas asi, si quieres cierras los ojos para concentrarte en lo que haces, si quieres no, si quieres lo haces en tu mente, o si quieres lo gritas. Solo tu, y Dios. Y si acaso deseas saber algo mas, puedes escribrime (o agregarme si tienes MSN Messenger) al correo : dnm_1989@hotmail.com; (Y si quieres mas seguridad en que llegue lo que mandas: davelnumel@yahoo.com. Gracias por usar tu tiempo en leer esto. Espero te haya servido de algo.

VAmos!

Bueno, empezaré por presentarme: Mi nombre es: David. Que si no tengo segundo nombre o apellidos? Porsupuesto, esperaba que se lo preguntaran. bueno, si no se lo preguntaron, no importa, mi nombre completo es: David Paul Velarde Núñez - Melgar, y tengo 18 años. Soy uno de los últimos rezagos de esa década nefasta para algunos y dichosa para otros la cual es los 80's. Nací en el '89, pasado medio año, y mi niñez fue marcada por los convulsionados años '90. Mi adolescencia amaneció casi junto al nuevo milenio (2001) Así que el tiempo en el que he vivido, es, por decirlo de una manera, especial, al igual que el espacio: Perú, Un bonito país de Sudamérica, solo superado por su ciudad mas privilegiada: Arequipa, la cual es una joya enclavada en un valle, atravesada por un río, y rodeada por tres volcanes que se alzan sobre el horizonte, vea uno a donde quiera.
Amo mi ciudad, y es por eso que he decidido hacer esa reseña, que rinde culto mas a mi ciudad que a mi mismo. Estoy orgulloso de ser arequipeño. Por ahí dicen que el arequipeño no es peruano, Y ciertamente, fue una república independiente durante los tiempos de la Confederación Perú-Boliviana, y fue la capital del Perú durante la ocupación chilena de Lima, por 1884.
Pero bueno. Ya hablé suficiente de mi amada ciudad. Continuaré conmigo. Como decía, tengo 18 años, y estoy por postular a estudiar Ciencias de la Comunicación, después de un año estudiando Administración. Mi pasión por las letras me ha impulsado a estudiar esto, y no solo por las letras, sino también por los medios audiovisuales, la fotografía y la filmación. además, me encanta conversar, y tengo ciertos conocimientos sobre sonido profesional. Hay muchos motivos por los cuales he decidido adrentrarme en este campo, y bueno, recién entendí que mi campo de acción es este. Sobre lo que escribo, y mi estilo, bueno, ultimamente he estado escribiendo llevado por el corazón, por la pasión, por la emoción, solo por los sentimientos, que, descontroladamente, eran plasmados en una hoja de papel, o, en el mejor de los casos, en el block de notas en la computadora. Confieso que escribo mejor en este aparato que en el papel. De estos sentimientos encontrados sale, por ejemplo: "Te amo" o "Que se siente matar" Recargados de sentimientos, que en muchos momentos se hicieron un nudo en la garganta. Por otro lado, me he propuesto empezar a escribir sin necesidad de una tensión emocional fuerte, porque he aprendido a minimizar mis emociones, y a ser mucho mas racional. Por tanto voy a escribir en base a temas que me ponga delante.Lo que escribo varía desde la crónica de un dia cualquiera (no creo que exista para mi un día cualquiera, porque no hay día que se parezca a otro, y si hay días monótonos, bueno, al ser escasos, tampoco son cualquier día), pasando por la poesía (mal llamada así, ya que es en prosa) ya sea gótica o melancólica, porque no he podido hacer una romántica, por mas que he querido. He escrito cuentos, he hecho entrevistas, he comentado obras, atículos y puntos de vista, he iniciado debates, he caído en interminables charlas filosóficas, he acomodado y reacomodado teorías sobre como se deberían hacer (y dejar de hacer) las cosas, He escrito sobre historia, He rozado por la narración épica, he desarrollado estrategia y teoría militar antigua, medieval y de los tiempos modernos, he incursionado en política, he pensado en posibles soluciones para lograr un adecuado crecimiento sostenido, Incluso he descargado toda mi artillería para defenderme, todo, de manera escrita. no todo ha sido de mi puño y letra, Ya que desde hace mas de cuatro años vengo escribiendo en este aparato, porque, me es muy difícil, con la letra que tengo, plasmar algo que luego los demás puedan leer sin problemas, incluyendome.
Sobre mi manera de ser: bueno, es momento de un muy necesitado autoanálisis. Soy relativamente extrovertido, me gusta conocer a fondo a la gente, Mato por un buen amigo (es metafórico, por favor, absténganse de hacer ofertas) y tengo un puñado de estos, que quizá lleguen a diez, pero siempre ando buscando gente con la cual ahondar en mis relaciones. De mis temas de conversación preferidos: Bueno, Están muchos, pero creo que sería mejor enumerar los más aborrecidos: Aventuras amorosas (gente que anda como picaflor: Buscando entre una y otra y cambiando y alternando sin medida ni lógica alguna), Futbol (todo exceso es malo, y este tema puede llegar a ser obligatoriamente obsesivo), Orientación política, relaciones sexuales (otra vez la misma persona que te cuenta el "clímax" de sus aventuras, o bien, yéndose al otro extremo del asunto, sobre los derechos de homosexuales y prostitutas, respeto su posición, pero no la comparto, y prefiero no discutir sobre eso.), Arte (concepto sobre lo que es y lo que no es arte.), Matemática (no entiendo mucho de ciencias exactas), entre otros.
me gustan las ciencias sociales. Me gusta aprender sobre el complejo funcionamiento de las relaciones humanas, y me gusta por el hecho de ser una ciencia llena de variantes, en la cual no se puede aplicar ninguna fórmula, o tomar un patrón mecánico sobre el cual se pueda mediro predecir la manera de actuar de las personas, me fascina el hecho de que solo conociendo a la persona, y logrando que ella se dé a conocer, se puede empezar a predecir su manera de actuar. Y podemos influir en su manera de pensar de manera inteligente y persuasiva, solamente.
Las cosas de las cuales mas me gustan conversar estan ligadas precisamente a este tema, las ciencias sociales. El conocer a la gente es mi prioridad, el poder ayudarla en base a ese conocimiento mi pasión, que se dejen ayudar, mi mayor ilusión, que me devuelvan el favor, el deleite mayor.
Soy una persona muy emocional, pero que ha parendido a subyugar sus sentimientos de manera férrea a su raciocinio, y aunque quizá pueda dar rienda suelta a unas cuantas frases, nunca lo haré a acciones o cosas similares. Soy un fiel predicador de la frase: " Quien siembra vientos....Cosecha tempestades" Y yo ya coseché suficientes tempestades como para saber que los vientos deben guardarse en ese odre de Eolo que es nuestra boca y nuestra cabeza. Es criminal el actuar sin pensar, es criminal jugar con los sentimientos de los demás, es criminal usar el intelecto para nuestro propio beneficio, es criminal no perdonar a la gente por hacer todo esto enumerado, es criminal no prevenir a los demás que esta actitud es mala y autodestructiva, es criminal el usar las ciencias sociales, usar la "fórmula de comprensión del funcionamiento de la sociedad, desvelada" para nuestros propios intereses. Tenemos una responsabilidad muy grande con lo que se nos ha dado: El don del habla perspicaz, el convencer con palabras, el aligerar el peso de los hechos, el aumentar el intrés de la gente, el seducir a las masas, ese poder, poder ilimitado, y, si carece de decisión, incontrolable, que llevó hombres al poder y pueblos a la ruina, el que destruyó reputaciones, desató guerras, mató a inocentes, pero también dio pan al hambriento, vestido al desnudo, vida al suicida, esperanza al que perdió todo, esa palabra, esa palabra que ahora está plasmada en la pantalla, mueve a la gente. La palabra tiene vida, y lleva la vida del que la pronunció, del que la tejió, del que la dio. Esa palabra esta en nosotros. Usémosla para bien, y para deleite y crecimiento mental de nuestros lectores. Estamos hartos de los pesimistas en nuestra Hispanoamérica. Es momento de que cada uno se levante para dar lo mejor de sí para que nuestras naciones progresen. Y esa, esa es la meta que nosotros, como comunicadores, de verdad o ficción, debemos perseguir. Deleitar y edificar. Mostrar que hay un posible mañana mejor. Que está en nosotros. Movámonos para lograrlo. Levántate y resplandece, sé una lámpara del saber, un templo de la iluminación, muestra a la distancia que el final del camino no está lejos, que nuestros esfuerzos no son en vano, que mañana, habrá un futuro mejor.
Soy David Velarde, deseándote lo mejor, esperando, haber motivado tu vida, y haberte dado aliento, haber resucitado tus sueños, haber puestos unos nuevos. Escribamos por que nos gusta, no por obligación. Dirijamos lo que escribimos hacia algo constructivo.
Amo la libertad de expresión. Estoy armado, y soy peligroso. Mis palabras son mi arma.

El dios y la mártir

De nuevo delante del monitor.
Lo que me trae hoy a escribir, es el hecho de que he tomado una decisión sobre mi vida. Me rehúso a pensar en tener enamorada hasta los 20 años. Estaré dispuesto recién cuando haya madurado, cuando me haya dado cuenta de lo que no se debe hacer, y cuando encuentre ala chica que me robe el sueño, que me muestre el mundo de una manera distinta, que crezca conmigo y me impulse a crecer. Y sé que no la tendré que buscar. El amor no es forzado. Tampoco la amistad, ambos solamente se dan cuando uno sabe que será una relación de bienestar mutuo, y que cumplirá su función.
La otra noche entré al messenger, y me la encontré. La llamaremos Lucía, tiene 16 años y está terminando el colegio. Desde que la conocí, hubo una química especial. Debo confesar que cuando la conocí pensé que nuestra relación sería fácil y caería por su propio peso. Me equivoqué. Ya pasó mas de un año y no hay nada, por lo menos nada que pase de una gran amistad, pero mis perspectivas fueron echadas por tierra la primera tarde que salí con ella. Era un martes, me parece, y yo fui a recogerla del colegio. La en ese entonces quinceañera me deslumbró esa mañana: La vi mas alta que nunca, y me deslumbró su sola presencia. Debo confesar que yo fui con un solo objetivo: Fiel a mi costumbre, iba a indagar sobre ella, sobre su vida y costumbres y sobre su familia. Encontré muchos parecidos. Pero, solo eran parecidos. Nada concreto. Nada que me decidiera a tomar el siguiente paso. Fiel a mis costumbres, en mi mente sólo decidí descartarla. Pensaba que esa aparente inmadurez, esa confrontación de ideas que nos dominaba cada vez que hablábamos era motivo suficiente para descartarla de plano. Mi ser metódico y analítico me jugó una mala pasada. Pasó el tiempo. Pasaron los meses, y nuestra "amistad" se caracterizaba por las peleas constantes, que tenían motivos infundados: Me llegaba que me hablara de sus afanes, ella odiaba mi manera metódica y nada disimulada de ver la vida: Todo calculado, todo muy pensado, todo hecho de manera gélida. Yo odiaba que se hundiera en un vaso de agua, que se deprimiera porque su hermana estaba lejos, o porque llegaba, y ella sabía que se iría, o porque simplemente se fue. La melancolía la embargaba, y yo, un ex-melancólico, odiaba eso. Consideraba que no había problema lo suficientemente grande como para que no pudiera ser superado. Y la odiaba porque ella consideraba lo contrario. Todos sus gigantes eran todopoderosos, y eso me dolía, trataba de ayudarla, y aunque yo creía que podía, ella no se dejaba, y eso me frustraba más.
Debo aceptarlo. Desde antes de conocerla yo era megalómano. Me creía todopoderoso. Consideraba que yo tenía la solución a todos los problemas que enfrenta la raza humana. Exagero. Si, lo hago, pero solo un poco. MUY poco.
Odiaba que no se dejara ayudar. Estaba ocupada en ella misma. En contemplar sus "heridas de mártir", el "fruto de su inmolación", la muestra de su "entrega desinteresada". Ella era la mártir. Y yo era Dios.
Y me sentía Dios. Creía que todo tenía una raíz que sería arrancada con unas cuantas palabras "mágicas". Todo estaba en el campo mental. "Si piensas que estás vencido, bueno pues, tu sabes, lo estás..." Todo estaba en atreverse a cambiar. "Si piensas que no te atreves, si crees que no puedes, si te consideras incapaz de surgir de tu ciénaga, bueno, seamos realistas mi brother, Si no quieres, si no te da la gana, nunca lo vas a hacer." Y claro, junto a la panacea, a la maravillosa cura de todos los males sociales, estaba el poderoso médico, el grandioso e indispensable facilitador del antídoto contra el veneno del mundo. Ese era... yo.
Y yo la odiaba por eso. Porque rechazaba lo que yo le daba, y con eso me rechazaba a mí. Llegué a decirme: "No me importa ella, si no quiere, yo no la voy a obligar (ya lo intenté). Si ella no quiere, nada podemos hacer. La dejaré por su cuenta. Se dará cuenta pronto."
Nunca pasó. La mártir siguió siendo eso: Una mártir. Una mártir de las causas perdidas, una víctima del sistema, una hija típica de padres típicos: Depresiva hija de divorciados.
Y yo no me daba cuenta de que yo seguía siendo eso mismo: Un hijo melancólico de padres separados. En mi caso, madre abandonada.
Pero yo me creía Dios. Y como Dios que era, no me sentía vulnerable. Creía que todo estaba bajo control. Bajo MI control. Yo no me deprimía, yo no añoraba el estar triste, yo no amaba las lágrimas. Yo era una roca, era perfecto, era invulnerable, era DIOS. Era un Dios impasible, que iba a velorios y entierros y no derramaba una lágrima, que escuchaba baladas sin que añorara mejores tiempos, que consideraba que todo trauma pasado había sido superado, que la vida me mostraba una nueva cara mas iluminada.
Hasta que inicié las clases en la universidad. Pensé que sería un tiempo propicio para poner en práctica mis teorías, y "Salvar" a mas gente de una vida mal encaminada, mal organizada, llena de prejuicios y temores. Sería el Mesías.
"Venid a Mí todos los trabajados y cargados, porque yo, y solo YO, los haré descansar." Si. Descansen en mí. Yo soy lo máximo.
Estaba listo para una nueva vida, sin las imprecaciones y las estupideces de mis compañeros de colegio, con mujeres lindas a diestra y siniestra, esperando a "alguien". El efecto fue instantáneo. Empecé una buena relación con TODOS. No había nada mejor. Solo hubo una cosa mala. No duró.
Mujeres: ¿Quién las entiende? M. Twain dijo una vez: "Las mujeres nacieron para ser amadas, no comprendidas" Quizá tenía razón. Hubo una chica muy sonriente y cariñosa conmigo, la llamaré Vicky. Vicky era amable, inteligente, culta, de una familia de costumbres, como la mía, siempre sonreía, y sus abrazos eran muy cálidos. Creo que ese fue el problema.
Pasaron los días y las semanas, y Vicky de un momento a otro cambió su semblante y su manera de ser y tratar: Se mostró fría, especialmente conmigo, demostró poseer un temperamento muy fuerte, de hecho, identifico mi furia bárbara con sus arranques de cólera. Era difícil de creer que una persona que apenas superaba el metro y medio de estatura y quizá no llegaba a los cincuenta kilos de peso, esa chinita de cuerpo menudo, pudiera mostrar que definitivamente, enojada, me superaba. El problema fue que yo fui el receptor de su cólera. Y sentí un dolor indescriptible cuando ella se volvió indiferente. Nunca mas se sentó a mi lado, nunca volví a sentir sus manos cálidas. Nunca vi de nuevo un gesto de complicidad de ella hacia mí. Sentía sus miradas como una puñalada, si es que me las dirigía, porque lo que mas me dolía era esto: No sentir ni siquiera puñaladas. Solo vacío. Un gélido vacío. Para mí era claro que algo había muerto. Pero no sabía qué. Pregunté, le envié cartas por vía electrónica, pero nada. Solo silencio. Traté de pensar que yo no era el problema, y me dijo como que sus problemas eran amorosos. Se lo saqué a duras penas. Luego, el probable desastre. Al ver una aparente herida, volví a mi trono como el Dios de las relaciones sociales. Le escribí una carta de ánimo. Terminé con un: "Puedes contar conmigo para lo que quieras" sí, claro. Ahora me parece que quizá el chico del que ella estaba enganchada era yo, y yo como bruto tratando de consolarla. Y lo peor es que no me di cuenta hasta hace muy poco. Recuerdo que antes de enviarle la carta, le avisé. ¡Que habría creído! Quizá pensó que era lo que tanto había estado esperando. Nunca volvió a ser la misma conmigo. Y me siento idiota. Soy consciente que quizá lo pude haber evitado. Si tan solo no fuera tan inseguro.
Inseguro. ¿Dije inseguro? No. Eso no salió de mi boca. O acaso... ¿Sí?... Imposible, yo no soy inseguro, ya no. Pero quizá, creo que es factible. Aunque no seguro. Creo que es mas que factible. Creo que he mostrado mi inseguridad al no haberme atrevido a hablar cara a cara con ella desde el principio. Y no haberlo hecho la segunda vez, ni la tercera,
Ni cuando hablé por primera vez con Lucía.
Lucía. Debo hablar con ella, debo, debo... debo decirle, es necesario que se entere, le debo contar, quizá me ayude.
Y así, hable con ella: -"Lucía, creo que no parezco, pero creo que lo soy. Tú, ¿Crees que yo soy inseguro?"
La respuesta me heló la sangre como cuando uno se da cuenta que lo amaban en secreto: -"Claro que eres inseguro, lo percibí desde el día que nos conocimos, al bajar por la avenida."
Puñaladas. Eso es lo que ahora siento. Pero fue lo segundo, lo que transformó mi metáfora de una simple similitud a una realidad: "Tu me gustabas, pero como te vi inseguro y vi que no te decidías, todo se enfrió. Y ya pues. Fue"
Balas. Los impactos de proyectiles de Gatling no serían suficientes para escenificar mi sentimiento. Una mezcla de rabia, impotencia, dolor, envidia, saberse descubierto hasta el punto de sentirse desnudo, las balas atravesando mi alma. Y lógicamente también mi cuerpo. Me sentía destrozado. Nunca había sido golpeado y humillado de manera tan rápida, sincera, y criminalmente dura. Tanto mis sentimientos como mis sentidos eran ahora un mar. Una mezcla de sangre, sudor y lágrimas.
El icor se había derramado. Mi divinidad estaba por el suelo. Mi amor propio tenía una gran confusión. Por un lado el hecho de darme cuenta de que soy vulnerable, por otro lado el amor confesado, por otro lado la conciencia perfectamente discernible de que no aproveché eso, de que lo eché a perder.
Solo me quedó agradecerle por la iluminación, e irme a casa hecho un mundo de incertidumbre.
Incertidumbre. Odio esa palabra. Me define tan bien. Y eso es horrible. Lo último que uno quiere en la vida es ser definido con pocas palabras, porque eso denota lo predecible, aburrido, y poco humano que uno puede ser. Eso denota tus muchos aciertos o tus muchos errores, o ambos a la vez, y eso no te hace igual a los demás, eso crea una barrera entre tu y el resto.
Pero ahí estoy.
Preguntándome el porqué. El porqué fui tan tonto. Porqué cerré mis ojos ante lo obvio. Porqué me negué al amor, cuando, lo único que había estado buscando todos estos años, era eso, amor, una pareja, alguien que me quiera y me entienda. Y las maté. Y me siento como el rey de los idiotas. Sí, eso mismo: Un soberano idiota. Me siento como Rocky Balboa casi al final de su pelea con el ruso: Mas idiota que nunca pero aún consciente. Y eso es terrible. Odio ese sentimiento. "Pudiste tener a quien quisieras, cuando quisieras, como quisieras", me digo a mi mismo, pero no, no, yo, con mi inseguridad y mis complejos, cerré esa puerta solo. Me siento solo, más solo que nunca, y también me siento me siento tonto. El más tonto de todos. ¿Cómo se me pudo escapar esta oportunidad, para mi hasta ahora, única?
Lucía. Ella es todo lo que tenía. Y es todo lo que tengo. Es mi único chance, y tal vez el mayor. ¿Pero? Todo tiene un pero, pero esto... esto también. Pero...
Pero... hay algo aquí que no está bien. No sé que es, pero hay algo.
Bueno. Es tiempo de decisiones. ¿Qué haré? Sé que ella me quiso, bueno, quizá aún haya algo. Sé que son conjeturas, pero ahora lo puedo sentir. Todo momento ella se mostró distinta, no podía ocultar lo obvio, pero aún así, obvio y todo, no me daba cuenta. ¿Cómo rayos pude ser tan ciego? ¿Cómo mis ideas estúpidas me hundieron hasta el hecho de no reconocer que ella sentía algo por mí? Y... ahora, ¿Que hago ahora?
Ahora. Ahora algo tengo claro. Tengo que hacer algo. No puedo dejar eso ahí nomás. Yo aún la quiero. No sé si será amor, pero ahora no voy a pensar en eso. Lo único que haré será seguir mi corazón. Eso será lo mejor. Bueno, estoy sobre mi cama ahora, contemplando mi techo. ¿Qué puedo hacer? Ya sé.
"Donde fuego hubo, cenizas quedan". Los divinos dichos populares. Siempre los he escuchado en mi familia. Una vez unas amigas me contaron que yo les recordaba a su abuelita por eso. Siempre los dichos han sido parte de mí. Y siempre les he hecho caso. Esta no será la excepción. Pero necesito estar seguro. Bien, hablemos con Alonso. Mi amigo me ha apoyado en estas cosas desde hace mas de dos años. Él ha sido una suerte de seguro contra incendios: Cuando mi cabeza se incendiaba, y mis relaciones peligraban, el venía y me aconsejaba. Su consejo era ley para mí.
"Hazlo". "Mándate". Fueron sus palabras. "Estás en una buena edad como para hacerlo, y luego, si acaso te equivocas, nov importa". Bueno. He renunciado a mis propios análisis. He renunciado a mi análisis preliminar en el que descarté a Lucía. Necesito hablar con ella. Necesito proponerle eso. Puede que aún sienta algo. Puede que aún... le guste.
Gusto. ¿Qué es un gusto? ¿Qué significa que una chica te guste? Y lo más importante: ¿Es suficiente que te "guste" para estar con ella? Como podrán leer, tengo mis dudas. Pero a quien le importan mis dudas, Si tengo a una linda chica a mi lado, no debería de interesarme. Bueno. Hablaré con ella esta misma noche.